La salud.- Mi particular punto de vista sobre la salud, contiene algunos elementos muy clásicos como por ejemplo, que tienden a vivir más y a disfrutar de mejor calidad de vida, quienes cuidan de su salud activamente, se alimentan adecuadamente, hacen ejercicio apropiado, llevan una vida intelectualmente activa, son amorosos con su entorno y con su propio Ser y aceptan ser amados/as; creen, además, en la existencia de alguna forma de Ser o ente superior y encuentran que su vida y lo que hacen en ella y con ella tiene sentido. En definitiva disfrutan de salud aquellos seres vivos que viven en armonía con su entorno y para ello es esencial que la armonía con lo cuántico sea efectiva.
La enfermedad.- Desde mi punto de vista actual, lo que denominamos enfermedad, podría verse como un estado de desconexión o alteración, mas o menos severo, entre el individuo enfermo y el campo cuántico personal, colectivo y universal lo que además conlleva diferentes estados de alteraciones emocionales. Desde mi perspectiva actual, curar, sanar, recuperar la salud…, puedo definirlo como el resultado de facilitar información cuántica a un sistema alterado para que recobre su equilibrio cuántico.
El universo.- Resumiendo mucho, mucho, diré que, si la teoría del big-bang es correcta y todo parece indicar que, por el momento si lo es, el universo es un campo de información cuántica que contiene básicamente ondas (energía) y masa (materia), ambas en muy diversas formas, además contiene la vida.
La información cuántica.- La información cuántica, es lo que contiene y da coherencia al campo cuántico que es todo el universo. Es decir, es todo lo que hay en el universo y no es ni ondas (energía), ni contiene masa (materia). Por poner un ejemplo, no exacto, si comparamos el universo con un océano, la información cuántica sería el agua.
La intención.- Diferentes estudios sobre la naturaleza de la salud y la sanación realizados en el final de los años 90 y primeros años de este siglo (1), indican que la intención cura por si misma y que la curación es una fuerza individual y colectiva. A estas alturas, podemos asegurar que el trabajo que realizamos muchos terapeutas, sugiere la existencia de una memoria colectiva con efectos sanadores y que puede ser convocada, usando la intención, como una potente fuerza medicinal. En este sentido, cabe citar los trabajos del biofísico alemán Fritz Albert Popp en los que sugiere que la curación podría ser cuestión de reprogramar las fluctuaciones cuánticas individuales para que operen con más coherencia y en armonía con la información cuántica del individuo y del campo cuántico universal. Por ello diré, que desde mi punto de vista, en el trabajo terapéutico, es tan importante la intención como los métodos o técnicas que empleo. Para mi es evidente que mis buenas intenciones y mi amor, respecto de mis pacientes, son esenciales cara a los resultados.
La conciencia.- Estamos cada vez adentrándonos más y más en el siglo XXI y a estas alturas seguimos sin saber explicar, a ciencia cierta, que es la conciencia y si esta se ubica en algún lado. Hay investigadores que directamente niegan que exista la conciencia. Otros, la consideran una extensión de las funciones de la mente. Algunos, por su parte, la confunden con el subconsciente o con la cognición, etc., etc. Por nuestra parte y como fruto de nuestro trabajo de investigación y de la reiterada practica clínica con kinesiología cuántica, entendemos que, hay muchas y muy diversas formas de conciencia y podríamos hablar de la conciencia universal que atañe a todos los seres vivos, la conciencia colectiva que es particular de los seres humanos, la conciencia cultural, la nacional, la regional, la local, la familiar, etc., etc. y por ultimo la conciencia individual, la personal, que además de estar imbricada con todas las anteriores, es característica de una sola persona. En síntesis, para mi la conciencia es la parte esencial de cada Ser, lo inmortal, lo que le conecta con todo el universo, es intangible e incorpórea, no tiene una ubicación precisa en los organismos, pero exista y hace sus funciones.
La kinesiología cuántica, propone un nuevo paradigma de la salud diferente a los clásicos y alternativos. Al basarse en que el universo es un campo de información cuántica y por ende, todo ser vivo y también los seres humanos, somos parte de ese campo y el equilibrio de nuestra biología depende absolutamente del estado de nuestra configuración cuántica, por consiguiente la armonía de nuestro equilibrio cuántico es esencial en nuestros estados de salud y enfermedad. En otras palabras: para que nuestros átomos, moléculas, tejidos, órganos, sistemas, etc., puedan funcionar individual y colectivamente, de manera eficaz y en lo que conocemos como estados de salud, es imprescindible que nuestra información cuántica este en armonía dentro del propio organismo y respecto del universo entero. El campo de información cuántica y la información cuántica, per se, ayudan a mantener sanos a los seres vivos y cuando el orden de esta información cuántica se ve alterado, esto afecta negativamente a su salud.
Usando sencillos test de kinesiología cuántica, podemos determinar de manera instantánea, in situ o a distancia, si un ser vivo está afectado por cualquier patógeno como hongos, parásitos, bacterias, virus, etc. Podemos determinar igualmente y con gran aproximación los niveles de vitaminas, proteínas, oligoelementos, hormonas, etc., presentes en su sangre en cualquier otro fluido, en cualquiera de sus tejidos, órganos, glándulas etc. Así mismo y en aplicaciones para el masaje, la osteopatía etc., podemos localizar cualquier tipo de lesión o alteración estructural y la causa que lo ha originado. A diferencia de otras formas de testaje, diagnostico y tratamiento, la kinesiología cuántica además de señalar los estados de la salud, puede indicarnos, sin lugar a dudas, cual es la causa de dichos problemas y cual ha de ser el camino terapéutico para poder resolverlos.
A la luz del nuevo enfoque que proporciona la kinesiología cuántica y por partir de un paradigma y un “modus operandi” diferentes, donde la conciencia se erige en interlocutor del Ser y no la mente como venia sucediendo, quienes trabajamos en este campo, estamos teniendo una visión muy novedosa de los problemas de salud, sus causas, sus interrelaciones y el modo de abordar los tratamientos. Además, los resultados que estamos obteniendo, después de más de 5 años de práctica, avalan todo lo que explico aquí.
- Elisabeth Targ y William Braud, citados en “El campo” por Lynne Mctarggart